frikigalactico

lunes, enero 29, 2007

Apocalypto, de Mel Gibson

En los últimos días de la civilización Maya, un joven es apresado junto con varios miembros de su tribu para realizar sacrificios a los dioses. Sin embargo, el joven escapará, huyendo a casa para reunirse con su mujer e hijos en lo que será una cacería humana en la selva.

Mel Gibson ha sido tachado de machista, maleducado, antisemita, y un largo etcétera que a mi me importa bien poco, no lo voy a negar (cada cual haga con su vida lo que quiera). Lo que me interesa de su persona es su trabajo artístico, y más concretamente su faceta de Director, mediante la cual nos ha deleitado con “El hombre sin rostro” (ese notorio producto con aire a telefilm), “Braveheart” (su mayor logro cinematográfico y una de las películas más memorables que haya visto en una sala de cine) y “La Pasión” (retrato duro de las últimas horas de Cristo). Todos sus films, gusten más o gusten menos, son un espectáculo visual perfectamente cuidado para los sentidos (aunque alguna que otra vez se exceda).
En su último film Gibson se ha decantado por narrarnos una epopeya situada en los últimos días de la cultura Maya.

La Historia gira en torno a Garra de Jaguar, un joven indígena que vive tranquilamente junto a los suyos en su poblado y un día es capturado por los mayas, quienes saquean el pueblo llevándose a mujeres y hombres, pero dejando a los niños. Garra de Jaguar ha escondido a su esposa embarazada en una cueva prometiéndole que volverá. Su viaje de cautiverio lo llevará junto con los suyos al gran Imperio Maya, en donde las pirámides parecen tocar el cielo, y los brujos hacen sacrificios humanos para su Dios Pagano. Tras un suceso, Garra de Jaguar y sus compañeros serán llevados a una explanada en donde se les dará la oportunidad de escapar, oportunidad que el joven indígena no desaprovechara, enfureciendo al jefe de los cazadores, quien emprenderá una enfurecida cacería tras él.

Con es historia tan sencilla (y trillada en películas de serie B) Gibson consigue realizar una gran película de aventuras, posiblemente la mejor película de aventuras que haya contemplado en cine desde “El último mohicano” de Michael Mann. Una película que irradia rabia, furia, tristeza, esperanza y emoción, mucha emoción. Tras un inicio en que vemos escenas costumbristas entre los miembros del poblado, cercanas al documental, ocurre el fatal ataque con un ritmo salvaje, apasionante, en que el espectador siente todo lo que ocurre en pantalla y se involucra de manera que no puede dejar la historia a partir de ese momento. Para poner un ejemplo de este ritmo endiablado, y una comparación odiosa, referirme a “El Nuevo Mundo” de Malick, en donde las 2 horas y poco de duración parecían ser más, en este caso de “Apocalypto” su mismo minutaje se nos pasa en un chasquido. Con esto no quiero desprestigiar el film de Malick, todo lo contrario, pues con la de Gibson hace una gran sesión doble sobre civilizaciones perdidas.
Que lo primero que ocurra en el film sea la caza de un jabalí no es más que un preámbulo para lo que vamos a contemplar después a una escala más infrahumana. Pues si los cazadores del principio quieren a la criatura para alimentarse, los cazadores mayas quieren a los humanos para hacer sacrificios para los dioses. La media hora final en que transcurre la cacería hacía Garra de Jaguar es de lo más impresionante visto en muchos años, cómo con una idea tan simple y con los elementos de la selva y los hombres se puede crear tanta emoción.
Gibson juega muy bien con los elementos que le proporciona la selva. Elementos como una pequeña rama que va cayendo dentro de un pozo, una gran cascada y río como purificación y fuente de reencarnación, arenas movedizas que se insertan en la piel del protagonista para convertirlo en el Jaguar mitológico.
La utilización de primeros planos en la película es muy sabio, mostrándonos esos rostros asustados ante la amenaza tan inofensiva (en apariencia) de una niña. Como también es inteligente el uso de la lengua yucateca para la película, al igual que hiciera con “La Pasión”, Gibson vuelve a rodar el film en lengua originaria del mundo que representa, lo que da mucha más credibilidad e impacto.
También hay cabida para la grandilocuencia en esos grandes planos generales que nos muestra el Imperio Maya con sus grandes pirámides y el pueblo rindiendo pleitesía a su gobernante.

Los personajes son los que abundan en el mundo de Gibson, los buenos muy buenos y los malos malísimos y sanguinarios (como los Ingleses en “Braveheart” y los romanos en “The Passion”). El protagonistas es muy Gibsoniano. Dominado por una civilización a la fuerza, el joven luchará por su libertad y la de su familia, sin olvidarse de la venganza. Representa el individualismo frente al dominio de una gran civilización. No muy diferente a William Wallace. También experimenta en viaje de regreso en que aprenderá y se reencarnará en otro ser, un viaje de dolor y sufrimiento, como el de Cristo en “La Pasión” (aunque menos desagradable carnalmente). Sus sueños pensando en su mujer no son tampoco muy diferentes a los que tenía Wallace, y gasta la misma valentía y coraje en el combate, utilizando el cerebro y no la fuerza bruta.

La película ha sido rodada en la nueva cámara Genesis de alta definición, lo que da a las imágenes un realismo asombroso, además de conseguir un aspecto cinético en que las imágenes se mueven en cada momento. Esto consigue que el espectador quede atrapado en esa selva durante todo el metraje de la película.
James Horner ha vuelta a ponerse a las ordenes de Gibson tras colaborar con él en “El hombre sin rostro” y “Braveheart”, aquí el compositor secunda a las imágenes con elementos como tambores, flautas y sonidos naturales que encajan perfectamente.

En el apartado interpretativo casi todos los actores son novatos en cine. El protagonista, Rudy Youngblood, es un bailarín de danzas americanas nativas que da vida a Garra de Jaguar; Gerardo Taracena apareció fugazmente en “Man on Fire” y aquí interpreta a uno de los cazadores, Raoul Trujillo también aparecía en “The New World” y Mayra Serbulo en “Y tú mamá también”. Dalia Hernandez es la esposa del protagonista que espera en la cueva el regreso de su esposo.

Estupenda película de aventuras en la selva que nos muestra fugazmente los últimos días de una civilización olvidada. Una experiencia cinematográfica salvaje. La confirmación de Gibson como autor cinematográfico.
8,5/10

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

GRACIAS POR HACER UN COMENTARIO SINCERO, FRESCO, PROFESIONAL Y CON PROPIEDAD SIN DEJARSE LLEVAR POR LAS CRITICAS EMBOTELLADAS DE LOS Q DICEN ENTENDER DE CINE

USTED SI QUE ES UN CINEFILO

GRACIAS

01:37  
Anonymous Anónimo said...

Totalmente de acuerdo con el comentarista anónimo.

Excepcional comentario y si, lo puedo asegurar que le conozco, está hecho un cinéfilo de esos totales, nada más hay que ver su impagable habitación jejeje ;)

Un saludo

13:03  
Blogger R.Cervantes said...

Muchas Gracias, aunque solo me considero una persona a la que le apasiona el cine, saber no sé mucho.
Desde aqui reivindico el film de Gibson como un estupendo film de aventuras.

Saludos.

15:02  

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