frikigalactico

miércoles, octubre 11, 2006

Volver, de Pedro Almodóvar

Raimunda y Soledad son hermanas que perdieron a sus padres en un incendio y van cada cierto tiempo a limpiar su tumba a su pueblo manchego. Tras la muerte de su tía Paula, se le aparecerá a Soledad el fantasma de su madre, quien viene a resolver un asunto pendiente.

Película coral sobre varias mujeres y los secretos que ocultan, pero que las siguen toda su vida. Cada protagonista del film tiene algo que esconder. Raimunda encuentra el cuerpo de su marido muerto a manos de su hija, que lo mató porque la quiso violar, y la convencerá de que lo ha matado ella, la cual esconderá el cadáver en un restaurante; Soledad esconde a su madre, que ha vuelto tras 3 años muerta, a los ojos de su hermana; Agustina, vecina del pueblo, sabe lo que ocurrió en el incendió realmente aunque no quiera aceptarlo. Entre ellas existe un vinculo, lo que no sabe una lo sabe la otra, y todo acaba por relacionarse. El regreso de la madre de Raimunda será un misterio que, cuando se de a conocer, veremos que tiene mucho que ver con lo que acaba de pasarles recientemente a Raimunda y su hija.

El título “Volver” no podría estar mejor escogido. En primer lugar porque todos los personajes vuelven la mirada al pasado, a esos fatídicos 3 años pasados que quieren pero no pueden olvidar. El principio de todo lo que les marcó ocurrió en ese momento: Raimunda y Soledad se quedaron sin padres, y la madre de Agustina desapareció misteriosamente.
En segundo lugar, porque vuelve la madre de Soledad y Raimunda y con ella volverá el fantasma del pasado, un pasado que marcó a Raimunda, y que dejó más sola de lo que ya estaba a Soledad, que no tiene más que a su hermana y su sobrina, pues su marido la dejó.
En tercer lugar, porque es el regreso de Almodóvar a su tierra de origen (La Mancha); porque vuelve a contar una historia íntegramente de mujeres; porque se reencuentra con Carmen Maura y con Penélope Cruz.

A pesar de no considerarme un fan de su cine hay que reconocer que el director es único a la hora de crear historias y hablar sobre los sentimientos. Almodóvar dirige magistralmente y nos cuenta una historia de la España negra, esa España de pueblos en donde lo que ocurría, allí se quedaba. Como bien le dice Agustina a Soledad “los trapos sucios los tenemos que lavar entre nosotras”. En el pueblo se notará una atmósfera gris en el ambiente, además de en el cuidadoso vestuario de sus gentes. Los detalles del pueblo (con especial cuidado en las casas y sus patios interiores) y el reflejo de sus gentes está mostrado formidablemente bien, desde el inicio del film, con todas las mujeres limpiando las tumbas (incluidas las suyas propias) y donde se saluda y se despiden con una cantidad de besos como ya no se dan, hasta el entierro de Paula en donde todo el pueblo está metido en la casa donde se le hace el velatorio (soberbio cuando entra Soledad y todas las vecinas se levantan para darle el pésame en un fabuloso plano cenital). Al regreso a la ciudad vuelven a predominar los colores vivos y la alegría (las vecinas de Cruz, las clientas de Dueñas), en la ciudad tienen la oportunidad de olvidarse de su pasado. El juego con la madre, o abuela fantasma (título que se barajó y cuyo cartel aparece en “La Mala Educación”) está muy conseguido, con toques de humor (cuando se hace pasar por rusa) y tristeza (cuando ve los pies de Raimunda o la escucha cantar) nivelados de manera difícilmente alcanzable.
Mencionar la feroz crítica que hace Almodóvar a los programas de confesiones y testimonios de televisión cuando Agustina va a uno de ellos en donde se ríen de ella llamándola loca y la obligan a decir cosas a cambio de un viaje a Boston para curarse el cáncer que le ha aparecido.
Las secuencias, los encuadres, todo esta medido y planificado con sumo cuidado. Almodóvar tiene especial cariño a los planos cenitales que usa en más de una ocasión (cuando Raimunda limpia los platos y posteriormente el cuchillo lleno de sangre; cuado limpia el suelo lleno de sangre del cadáver en una escena que me recordó a “Tú asesina que nosotras limpiamos la sangre”). La dirección artística vuelve a ser de primera en un film de Almodóvar, y la música corre a cargo del maestro Alberto Iglesias.

El reparto está compuesto por una estupenda Penélope Cruz en el papel de Raimunda, simplemente magistral su interpretación con momentos que alcanzan lo máximo (cuando está acostada junto a su marido; la visita a su hermana mientras le oculta a la madre); Carmen Maura es la madre, Irene, quien vuelve 3 años después de muerta para resolver una deuda. La veterana actriz borda el papel dándole comicidad y tristeza de igual forma; Lola Dueñas es Soledad, cuyo nombre no podría ser más correcto, vive sola y trabaja en su casa como peluquera, la aparición de su madre será un reencuentro consigo misma y con lo que más le importa; Blanca Portillo es Agustina, con su pelo rapado y su rostro impregnado de inocencia, cariño y melancolía compone uno de los papeles más difíciles e interesantes del film; Yohana Cobo es Paula, la hija de Raimunda, quien vive en sus carnes la obsesión de un hombre que no es quien ha pensado que era toda su vida, su primer plano en donde confiesa a su madre lo ocurrido es inolvidable. Mencionar la aparición de Chus Lampreave como la tía Paula, Yolanda Ramos como la presentadora de Televisión y de Antonio de la Torre (visto en la digna Azuloscurocasinegro) como el marido de Raimunda.

Notable película de nuestro director más internacional (con el permiso de Amenabar), que consigue una película tierna y divertda, que habla del pasado y la huella que deja. Sin llegar a los límites magistrales de “Hable con Ella” (su mejor película en mi opinión), el director nos regala otro clásico en su filmografía.

7,5/10