frikigalactico

jueves, octubre 05, 2006

Camino a la Perdición, de Sam Mendes

Illinois, 1931. Mike Sullivan es un buen esposo y padre de familia, pero también es un asesino, el ángel de la muerte, que trabaja para el jefe de las mafias irlandesas, John Rooney, quien lo acogió entre sus brazos cuando no era mas que un niño. Una noche el viejo Rooney ordena a su hijo, Connor, que se reúna con Fint Mcgovern, antiguo socio, y que para ello lo acompañe Sullivan. Lo que se produce es una matanza hacia Mcgovern y su gente en un local abandonado, y del que nadie es testigo. ¿Nadie?. No. Sí hay un testigo, se trata de Michael Sullivan Jr., que se ha escondido en el maletero del coche de su padre sin que este se diera cuenta y ha contemplado la brutal matanza . Tras esto Connor ve la oportunidad de librarse del que siempre a sido un estorbo en la relación con su padre. Así pues matará a la mujer e hijo menor de Sullivan, que huirá comenzando un viaje con su hijo mayor por América, cruzandose con personajes tan importantes como Frank Nitti (lugarteniente de Capone), o peligrosos asesinos, como “el reportero”.

Una historia de padres e hijos

El comentario que público a continuación lo realicé hace dos años debido al gran amor que siento hacia este gran film. Ahora que tengo la oportunidad de publicarlo en este, mi blog, quiero compartirlo con todos vosotros. Advierto que comento prácticamente todo el film con spoilers.

El año 2002 fue algo movidito cinematográficamente hablando, tras haber comenzado con la oscarizada “A Beautifuld Mind”, continuado con la Fincheriana “Panic Room”, seguido con el exitazo de “Spider-Man” y mi amada segunda parte de la nueva trilogía galáctica, llegó Septiembre, y gracias al Cielo, con él llegó el buen cine americano, cuya mayor muestra fue este film de género negro, basado en la novela gráfica publicada en 1998, escrita por Max Allan Collins y dibujada por Richard Piers Rayner, y cuyo mayor demanda era su excepcional reparto.
El encargado de llevar a la gran pantalla la adaptación de Camino a la Perdición fue Sam Mendes, cuyo debut en cine fue la galardonada “American Beauty” (que ya comenté), y que, haciendo caso de Spielberg acepto el proyecto con Tom Hanks como protagonista. Con esta película Mendes, tras la magnifica “American Beauty”, demostró que sabía hacer buen cine además de prestigiosos montajes teatrales. Para llevarla a cabo Mendes confió una vez mas en personas con las que realizo su opera prima, tal es el caso de Conrad L. Hall en fotografía, y Thomas Newman en la Banda Sonora. El guión esta firmado por David Self, responsable de “13 días” y “La guarida” (¿Quién hubiera dicho que sería capaz de realizar un buen guión?).

Estamos ante una película que tiene un guión , digamos, poco original: un sicario al que matan a su familia, huye con su único hijo vivo, y decide vengarse. Típica historia que podría haberse convertido en un berenjenal de tiros y muertos a mansalva , y mas si uno ha leído la novela grafica en la que se basa (de hecho se especuló que sería John Woo quién podría haberla realizado). La historia dejó de ser típica en el momento en que David Self convirtió esa historia de venganza en una historia donde las relaciones paterno filiales cobran importancia, y el proyecto cayó en manos de Sam Mendes, (y donde su estilo se ve nada más empezar con el uso de la voz en off o en la escena que toda la familia esta cenando al principio de la película del mismo modo que en su opera prima) quién ya hizo una disección de la América actual. Aquí nos hace un retrato de la América de los años 30 sumida en la Depresión.
En esta ocasión se atreve con una película de gangsters a la antigua usanza, que cuenta la historia de un asesino que huye junto a su hijo, comenzando así un viaje que los acercará hará que se conozcan mucho más. Y es que si hay un tema en esta película es la relación padre-hijo que se establece entre cuatro personajes principales: Michael Sullivan-Michael Sullivan Jr., John Rooney-Connor Rooney , John Rooney-Michael Sullivan.

Los Sullivan: Como toda buena película que se precie, comienza con flashback, un niño mirando hacía el mar y su voz en off hablando de un tal Michael Sullivan, del que se cuentan varias historias entre la gente. Tras esto, un fundido y nos encontramos en un invernal Illinois donde el mismo joven aparece en bicicleta. Seguiremos al muchacho y conoceremos a su familia, en apariencia normal, hasta que aparezca su padre portando un arma y veamos su frialdad con los miembros de la familia. Todo padre es un héroe para su hijo, y eso es lo que piensa Michael Sullivan Jr. de su padre, de quien solo sabe que para trabajar lleva un arma y del que piensa que es un héroe, todo ello alimentado por las historias que lee en los libros, hasta que descubre su verdadero trabajo: sicario. Tras el funeral de un antiguo amigo de su jefe, Sullivan es mandado junto con Connor Rooney a reunirse con el hermano del difunto, a quien Connor matará sin creer que lo haya visto nadie. Sin embargo el joven Sullivan se ha escondido en el maletero del coche y ha visto el asesinato. Por culpa de ser testigo de ese descubrimiento, su hermano y su madre serán asesinados y tendrá que huir con el hombre a quien siempre a admirado, pero con quien ha mantenido una estrecha relación: su padre. Juntos pasan seis semanas viajando y en ellas se conocerán ambos, el uno al otro. El hijo le preguntará al padre “¿por qué a mi menos atención que a mi hermano, me querías menos?” a lo que le responderá “No, solo era que Peter era mas bueno y tu eras mas..... como yo”, y es ahí donde descubrimos el significado de su relación, el por qué Mike Sullivan este tan distanciado de su hijo, lo último que quiere en este mundo es que su hijo se convierta en él. Como bien le dice John Rooney a Sullivan, “los hijos solo saben dar problemas a los padres”, y es que Sullivan está viendo cómo su hijo va por el mismo camino que él y debe ponerle remedio. Al final, en la ultima secuencia en casa de la tía Sara vemos al joven Sullivan empuñando un arma y teniendo su destino empuñado entre sus manos, poco a poco Mendes se dirige hacia el rostro del niño acercándose lentamente hasta llegar a un primerísimo primer plano y se oye un disparo. ¿Habrá disparado? Todos sabemos que un buen padre quiere lo mejor para su hijo, y en el ultimo momento vemos como Mike Sullivan se ha convertido en un héroe para su hijo, un héroe que lo único que le puede decir a su hijo en su último aliento es “lo siento”: siento haberte traído hasta tan lejos para que te quedes solo, siento que tu madre y tu hermano murieran por mi culpa, siento no haber podido ser mejor padre de lo que he sido. Cuando a Michael Sullivan le pregunten sobre si Mike Sullivan era un hombre bueno, o si en él no había un pizca de bondad, él solo podrá decir: Era mi padre.

Los Rooney: Al contrario que pasa con Michael Sullivan, John Rooney ha educado a su hijo, Connor, para llevar los negocios familiares, o sea que quiere que se “convierta” en lo que ha sido él. Pero Connor no tiene sentido del honor, ni sabe de negocios tanto como su padre quisiera, Connor ha vivido siempre teniéndolo todo, nunca ha tenido que luchar por nada, incluso a sentido envidia de Michael Sullivan, a quien su padre recogió, y al que considera su brazo derecho. Hasta que Sullivan no muera Connor no sentirá que la relación con su padre es absoluta.

John Rooney-Michael Sullivan: Aunque entre ellos no hay parentesco sanguíneo si que lo hay personal, pues Rooney lo acogió siendo un niño y lo educó, hasta que Sullivan se convirtió en su sicario, su “ángel de la muerte”. Rooney ve en Sullivan lo que hubiera querido que fuera su hijo, un hombre de honor, con una familia estable, y obediente. Mientras Sullivan ve en Rooney a un padre, no ve a un jefe, siente profundo respeto por él y hará todo lo que le pida, hasta que Connor mata a su familia, en ese momento Rooney deberá elegir a cual de sus dos hijos quiere proteger, y ya sabemos que la sangre que nos corre por las venas es muy fuerte. Para remarcar esto, Mendes crea la escena del piano, donde se ve la unión entre Rooney y Sullivan tocando el piano, mientras podemos contemplar el rostro de satisfacción y admiración del joven Sullivan viendo a su padre, su héroe, junto con el gran jefe, y por otro lado observamos a Connor Rooney, riendo, pero de envidia, contemplando la unión de su padre con Sullivan.

La película se puede enmarcar en el género de Road-Movie. El título “Camino a la Perdición” podría significar que la huida de los Sullivan acabará en Perdición, lugar donde han pasado muy buenos momentos en su vida. Curiosamente un nombre como Perdición podría llegar a significar un mal lugar para vivir, sin embargo en la película, ese lugar físico con una casa en la playa es la absoluta tranquilidad y felicidad. Sin embargo desde otro punto de vista, este titulo significa el camino que emprenderá un padre con su hijo, y que podría llevar a este último a elegir el camino de su padre, llevándole ante una perdición absoluta en la vida como asesino, y ser uno de esos hombres sin salvación.

El Destino y la Muerte van cogidos de la mano durante toda la trama. Como dice John Rooney a Sullivan en la iglesia “es la vida que han elegido y nunca verán el cielo”. Son asesinos, pecadores, a los que la muerte les ronda en todo momento, excepto al pequeño Sullivan, de quien su padre espera que no se convierta en lo que ha sido él. Para mostrar a esos pecadores nada mejor que una iluminación lateral que deje el rostro de los protagonistas medio en sombra, en la mejor tradición del cine clásico de gangsters. La muerte envuelve a los protagonistas. Todos y cada uno de los personajes principales saben que van a morir tarde o temprano. John Rooney sabe que va a morir cuando habla con Sullivan por última vez, tras la que se separan y el viejo jefe irlandés comprende que ha sellado su sentencia de muerte; y será de noche, bajo la lluvia, contemplando como cae cada uno de sus hombre, cuando John Rooney (magnifico Paul Newman) vea a la muerte vestida de oscuro y sombrero de ala ancha caminar hacia él y aceptarla con rectitud, sabiendo que será el final de los suyos, pues el “Ángel de la muerte” ira a por su hijo tras él. Mike Sullivan también sabe que va a morir hasta el momento en que mate a Connor Rooney, hasta ese momento temerá morir, pero una vez terminada su venganza se dirigirá con su hijo a Perdición donde vivirán felices, o eso cree, porque mientras contempla felizmente a su hijo jugando en la playa dos disparos atraviesan su cuerpo y al caer vemos una figura levantarse tras el, oscura como la muerte y con el rostro marcado de quien viene a cobrarse una deuda (que gran juego con la ventana construye Mendes, con el plano fijo y el sonido del mar).
Por último tenemos el tema de la redención, y para mostrarlo nada mejor que observar cómo Sullivan siempre lleva un rosario para rezar a Dios y pedir perdón por sus pecados. Cada vez que mata a alguien se dirige a una iglesia para rezar por su alma. Sin embargo su mayor redención será ver que su hijo no se ha convertido en un asesino como él, su mayor temor se convierte en su mayor alegría en la hora de su muerte, su hijo no ha podido matar, lo que le redime ante Dios, por haber educado y haberle enseñado el camino correcto. Aun así, esperemos que llegara al cielo una hora antes que el diablo se enterara.

El estilo de la película está caracterizado con tonos oscuros y apagados, hasta que lleguen a Perdición, momento en que predominara el color blanco de la habitación donde muere Sullivan, y los colores vivos del paisaje. Una de las características que hacen interesante esta película es el poco dialogo que hay, solo hay el justo para poder expresarse los personajes, el resto son secuencias donde no se dice una palabra y todo se expresa con la mirada y con imágenes como por ejemplo: en el momento en que se nos muestra a Tom Hanks, se nos muestra un plano detalle de sus manos soltando sobre la cama una pistola y un rosario; la secuencia presentación del personaje de Jude Law con la música de Thomas Newman mientras lo vemos caminar hacia la cámara llevando entre su manos una cámara fotográfica y terminando en la habitación donde ha ocurrido un asesinato para que él le puede tirar una foto, y de paso rematarlo, lo que ya nos da una idea de que clase de hombre es, reforzado con la imagen que tenemos de su casa: un hogar con cuadros de muertos colgados; la secuencia donde Tom Hanks concluye su venganza acabando con los Rooney, la muerte de Paul Newman, y de Daniel Craig con ese fuera de campo al principio para al final mostrarlo muerto en la bañera, donde es la música la que acompaña a las imágenes.
Mendes sabe construir además muy buenos momentos de suspense en la historia como por ejemplo el montaje que hace estando Tom Hanks en la habitación del contable mientras Jude Law se dirige a ella para matarle, en ese momento oímos el sonido que hace la maquina del banquero en el interior de la habitación que impide a Hanks oír nada mas, y en el exterior al joven Sullivan intentando avisar a su padre con el claxon del coche de que tiene problemas. La secuencia concluye con la maquina de banca parándose, Hanks oye el claxon, y entra Jude Law en la habitación, donde se producirá un duelo entre ambos.

Se puede hacer referencia a muchas influencias, pero si esta película esta influenciada por algo es por su aire clásico, al estilo de las películas de los años 30 y 40, y también por películas como la Saga “El Padrino” (¿Cómo no?). Si en la obra magna de Coppola cada película comenzaba con una celebración (Boda, Comunión, Nombramiento), este “Camino a la Perdición” comienza con un funeral, donde se nos presentarán a los personajes de la tragedia a la que vamos a asistir. Si, tragedia, como las griegas, una tragedia clásica. Nuestro héroe, o antihéroe (Michael Sullivan), es un soldado que cumple ordenes de su jefe (John Rooney), que no es otro que el Cesar, el Emperador de la ciudad, y que tiene un hijo que le sustituirá y asumirá el trono (Connor Rooney), el Príncipe, quien muerto de celos por ver como un simple empleado de su padre le quita protagonismo en su relación con él, decide matarlo junto con toda su familia. Si para llegar hasta el príncipe y vengar a su familia, hay que matar al rey, el soldado lo eliminara , en una escena bajo la lluvia con magnifica fotografía del maestro Conrad L. Hall, y que tiene ecos de Shakespeare. El Cesar custodiado por sus soldados los ve caer uno por uno alrededor de él (magnifica la dirección de Mendes girando alrededor de Paul Newman y eliminando todo efecto sonoro dejando nada más que la magnifica música de Thomas Newman) y por ultimo ve a quien fue su mejor hombre, su número 1, quien hubiera querido que fuera su hijo, acercándose a él, firme, con un arma en sus manos. El Cesar no tiene mas que decir: “Me alegro que seas tu”, me alegro de morir en manos del hombre a quien mas he querido en este mundo, el mejor asesino de la ciudad. Ambos se miran, diciéndose tanto con esa última mirada, Sullivan apunta y aprieta el gatillo vaciando todo el cargador. Su rostro está lleno de tristeza y dolor, marchándose envuelto por la lluvia y las sombras de la noche, como un fantasma. Mendes es tan inteligente que no nos muestra el cuerpo sin vida del viejo Rooney (al igual que la mujer e hijo de Sullivan es una victima colateral). Una magistral secuencia para la eternidad.

Tras matar el Rey nada le impide dirigirse al lugar donde se esconde el príncipe, y con total libertad matarlo mientras esta tomando un relajante baño, de tal forma que parece que se nos va a quedar fuera de campo el asesinato. Pero Mendes se las ingenia y nos regala un travelling por el pasillo del hotel por el que anda Sullivan hasta la habitación de Rooney y le dispara acabando con su reflejo en el espejo de la puerta, que Sullivan a rozado suavemente para terminar mostrando como Connor Rooney ha acabado con los sesos esparcidos por la pared (una puesta en escena subliminal y de las que pocas veces se tiene el placer de contemplar).

Momentos a remarcar: Muchos. El inicio del joven Michael Sullivan frente al mar; la presentación en vista subjetiva de Tom Hanks dejando la pistola y el rosario juntos en la cama; cuando ambos Sullivan, padre e hijo, están rezando frente al ataúd; la escena eliminada (suerte que tenemos el DVD) entre Hanks y Jason Leigh en que se ve el afecto, un tanto frío, que se tienen Sullivan y su esposa; todos los momentos Hanks-Newman, en especial cuando tocan el piano; cuando el joven Sullivan ve al asesinato de Fint McGovern, en vista subjetiva vemos los pies de Michael Sullivan y como los casquillos de la ametralladora caen al suelo mientras se dispara el arma (pedazo de sonido); la secuencia completa en el club nocturno, en especial dentro de la oficina con el sonido a más y la pistola apareciendo bajo la revista; el asesinato de la mujer e hijo de Hanks y su posterior descubrimiento por parte de ambos Sullivan, completamente en fuera de campo; la llegada a Chicago, con los edificios reflejándose en el cristal del coche donde está sentado el niño; la escena en la estación en que el niño, rodeado de gente, llora; la presentación del personaje de Jude Law; el enfrentamiento Law-Hanks en el restaurante primero, y posteriormente en el hotel; los atracos por parte de los Sullivan a ritmo de la música de Newman con ese montaje a base de encadenados; Hanks frente a su metralleta, armándola delante de su hijo; la magistral secuencia bajo la lluvia; la muerte de Connor; la secuencia final al completo. Creo que he mencionado toda la película, jeje.

La dirección de Mendes es magistral, poniendo la cámara en el sitio correcto durante todo momento, con encuadres elegantes y usando el lenguaje cinematográfico de manera insuperable (no es de extrañar que lo considere uno de los mejores directores actuales), ayudado por un diseño de producción de primerísima fila, la música de Thomas Newman y la brillante fotografía de Conrad L. Hall.
El reparto esta encabezado por Tom Hanks quien da vida al frío y sanguinario Michael Sullivan, “Ángel de la muerte”. Todo un cambio de registro por parte del actor más querido en América. Su mirada fría pero inundada de tristeza, es un hombre que quiere lo mejor para su familia aunque se sienta distante de ellos, y contiene momentos tan brillantes como el primer encuentro con Jude Law (sudor por la frente incluido) o la escena con su hijo cuando está recuperándose en el campo hacen que esta sea una de las interpretaciones más brillantes del actor; Paul Newman, creo que hay poco que decir de este genio, leyenda viva del cine. Su John Rooney es un hombre de honor, un líder ante su gente, alguien a quien se respeta y teme de igual manera, su amor por su hijo Connor le hará enfrentarse al hombre que más ha estimado, un gran legado interpretativo; Jude Law está impresionante como El Reportero, verdadera mascara del mal, frío, calculador, absolutamente repulsivo. En la película encontramos también actores de la talla de Stanley Tucci, como Frank Nitti, que coincidió de nuevo con Hanks en “La Terminal” de Spielberg; Jennifer Jasón Leigh, conocida por papeles como “La señora Parker y el circulo vicioso”, ”Eclipse total”, o “Existenz”; Daniel Craig, al que podemos ver en “Lara Croft: Tomb Raider”, “Sylvia”, “Munich”y que será el sustituto de Pierce Brosnan como agente 007 en el nuevo film de la Saga, “Casino Royale”, como Connor Rooney; y el debutante Tyler Hoechlin en el rol del joven Michael Sullivan. Mencionar que Anthony LaPaglia realizo una magnífica interpretación como Al Capone que tuvo que ser elimianda del montaje final, de nuevo por suerte la tenemos en el DVD y podemos disfrutar de ella.

La película recibió grandes elogios, y 6 nominaciones a los Oscars, recibiendo el premio a Mejor Fotografía para Conrad L. Hall a título póstumo, y una nueva nominación para Paul Newman como Secundario.
En conclusión se puede decir que “Camino A La Perdición” es una película donde predomina más la forma que el fondo, importa más cómo se cuentan las cosas que lo que cuentan. Una de esas películas que poseen el aroma de cine clásico por los cuatro costados, y que hace que te reconcilies con el mejor cine americano. Una Obra Maestra, un clásico instantáneo.
Gracias Sam Mendes por tu clase de dirección absolutamente magistral y tu desbordante puesta en escena, gracias Thomas Newman por tu inolvidable música, gracias Conrad L. Hall por tu legado magistral de fotografía, gracias a todos y cada uno de los actores que aparecen en el film por haber conseguido realizar soberbias interpretaciones. Gracias a todas y cada una de las personas que estuvieron involucradas e hicieron realidad la que es mi película favorita en lo que va de década.
10/10

3 Comments:

Blogger Javi said...

Magnifico y exhaustivo comentario. Enhorabuena tio!!!! Me ha encantao!!
Estoy de acuerdo con tu escrito en todo. En el film también se ven cosas relacionadas al cine negro clásico (films de James Cagney, Edward G. Robinson, etc).

Sin dudarlo, como bien dices, una pedazo de obra maestra que ya el tiempo pondrá en su sitio.

Felicidades por tan magno post!

10:39  
Blogger R.Cervantes said...

Es mi película favorita en lo que va de decada. Mencionar también que en el título está presente la palabra "Perdición" que nos recuerda el famoso clásico de Billy Wilder, pieza fundamental en el género negro.
Muchas gracias por leerlo.

15:35  
Anonymous Anónimo said...

Jeje bueno aqui te escribo por fin un comentario, XD. Me encantó la peli, no solo por la interpretación de Tom H, paul newman... sino por los movimientos de cámara, además es de esas pelis que quedarán grabadas en las mentes de los aficcionados a este tipo de cine que para mi despues de la saga del padrino es la mejor XD. Por pelis como estas merece la pena pasar un rato bueno delante del televisor. Por cierto mu buen comentario pero cansa leer XD.

21:29  

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