Sunset Boulevard, de Billy Wilder
Sensacional película dirigida por el maestro Billy Wilder. El film retrata el mundo de Hollywood a finales de los 40, principios de los 50 de manera magistral.
Empezando por el mundo del guionista personificado por el protagonista Joe Gillis. Como se nos muestra Hollywood está llena de productores y lectores de guiones que desechan guiones apenas llegar a la página cinco. Uno de esos guionistas frustrados al que no le compran ningún guión es Gillis, quien está a punto de tomar la decisión de dejar el trabajo e irse de California. Como bien nos dice el propio personaje, en voz en off, muchos llegaron a Hollywood con ganas de triunfar, con la idea de comerse el mundo y ver su nombre en letras mayúsculas en los créditos de una película importante. Nada más lejos de la realidad, por qué ¿qué guionista no ha soñado con conseguir realizar un guión mítico y memorable por el cual se convertiría en inmortal en el mundo cinematográfico? Mentirían aquellos que lo negara. Sin embargo, el largo tiempo sin el sí de las productoras, la falta de dinero, y el despertar de ese sueño, viendo el mundo real, hace que muchos guionistas abandonen. En esa tesitura encontramos a Joe Gillis, incapaz de vender una historia que tiene entre manos, y que en una persecución llegará a una mansión donde encontrará un destello de luz oculto tras unas persianas observándolo.
Así se nos presenta Norma Desmond, tras una persiana con gafas de sol, ataviada de negro, y con su inigualable voz recorriendo el espacio. Ella será la personificación de las estrella de cine, más de bien dicho de lo que fue una estrella de cine. Excéntrica en su forma de vivir y comportarse, diva olvidada de las pantallas que ella aun cree que la necesitan, rodeada de cuadros personales y recuerdos que la hacen seguir viviendo una época que no volverá, con miedo a salir al exterior que le recordará el paso del tiempo, y posesiva no solo con sus objetos materiales, sino también con las personas que la rodean y que ve en ellas una utilidad. Eso es lo que ocurrirá en cuanto se enteré de que Joe es guionista y de que puede ayudarla a realizar el guión de su película más deseada, “Salomé”. Lo hospedará en su casa, y lo tendrá como a un esclavo al que no dejará escapar de sus garras, viendo en él un amor de juventud como no sentía desde hace tiempo, hasta que la situación sea incontrolable por parte de ambos.
Como ya digo, Norma Desmond es la personificación de esas estrellas excéntricas de los años 20. En esos años en que el cine mudo tenía sus estrellas apareció lo que sería el fin de la luz para esas estrellas, el sonoro. Debido a la aparición del sonido muchos actores y actrices de la época pasaron al olvido, como pasarían también sus películas y la fama que tenían entonces se apagaría como su estrella. Realmente es muy triste que grandes actores dejaran de trabajar por culpa de una innovación, incluso hoy día resulta increíble la cantidad de actores y, sobre todo, actrices que han sido olvidados en apenas 20 años (recuerdo a Sean Young, mítica en “Blade Runner”, que se le fue la cabeza). Sin embargo no todos aceptaron ese olvido y se sumieron en un ensimismamiento en que pensaban que seguían siendo grandes estrellas y que no se olvidarían. A ese grupo pertenece Norma Desmond.
Desmond no vive sola, sino que siempre está custodiada por su fiel criado Max. En apariencia es un sirviente normal y corriente, obediente a todo lo que dice su señora. Sin embargo, bajo esa cubierta se esconde otro olvidado, el hombre que convirtió a Norma en una estrella y la hizo deslumbrar en las pantallas, el director Max von Mayerling. Al lado de Norma desde que fue desterrada del mundo del cine porque piensa que se lo debe, no solo fue su precursor sino que también se casó con ella. Él fue quien la vio elevarse en el Panteón cinematográfico y será quien la vea descender de forma triste (inolvidable y mítica el descenso final de ella por las escaleras).
La película se ha convertido en mítica y de plena referencia cinéfila no solo por el argumento y el estudio sobre el paso del tiempo en las estrellas sino también por la cantidad de referencias que en ella hay. El título original del film (traducido aquí como “El Crepusculo de los Dioses”) se refiere a la famosa avenida de Hollywood en que viven numerosas estrellas, y donde vive Norma Desmond en el film. Aparece Buster Keaton jugando a las cartas con Norma; Cecil B. DeMille se interpreta a sí mismo apareciendo en el rodaje de “Sansón y Dalila”; los famosos estudios Paramount aparecen de forma magistral con su entrada principal; se proyecta en una sesión de cine en casa de norma “Queen Kelly” que dirigió Von Stroheim (Max) y protagonizó Gloria Swanson (Norma Desmond) en el año 1929.
Wilder dirigió y co-escribió el film con Charles Brackett. Como es habitual en el cine del genial director, abundan frases de doble sentido, los diálogos ágiles, mezclando comedia con drama. Momentos perfectos como cuando Gillis le dice a Norma Desmond que “Usted era una estrella” y la Diva le responde “Sigo siendo una estrella”. Con una gran muestra de elegancia y sutileza en la planificación fílmica fotografiada en Blanco y Negro, ahí quedan para la posteridad la visita de Norma a los estudios Paramount cuando la iluminan con el foco, o la sensacional bajada de escaleras por Norma Desmond a vista de todos los presentes que quedan quietos como estatuas eclipsados por la actriz, y por supuesto, el último primer plano en que la actriz, cual Salomé, se acerca a la cámara (espectadores) con esa mirada y ese gesto con la mano que la ha llevado a convertirse en mito.
El guión del film es muy original, pues narrado en voz en off por el personaje de Joe Gillis se nos muestra que el personaje está muerto en una piscina. Algo que varias décadas después jugaría de forma parecida Sam Mendes y Alan Ball en “American Beauty”. Introduciendo una historia de amor entre Gillis y la joven Betty Schaefer que trabaja en la productora, y que la ayudara en la escritura de un nuevo guión.
El reparto está encabezado por la soberbia Gloria Swanson como Norma Desmond, realizando una de las mejores interpretaciones femeninas de la historia. Centrándose en los gestos y en la forma de moverse al estilo del cine mudo, realiza un trabajo excepcional, acompañado por su mirada terrorífica y triste. El mítico director alemán Erich von Stroheim realiza un trabajo soberbio en la piel del criado Max, su presencia llena toda la pantalla en los momentos en que aparece. William Holden esta muy bien como Joe Gillis, el guionista que ve en Desmond la oportunidad de salir de su mala racha aprovechándose de ella. El elenco lo completan Nancy Olson como Betty Schaefer, Jack Webb como el amigo de Gillis, Arte Green, Cecil B. DeMille como él mismo.
Mencionar que Mae West estuvo como primera elección para norma Desmond; que Wilder tuvo muchos problemas con diversos ejecutivos de Hollywood al mostrar la película que le dijeron: “Cómo se te ocurre hacer esto a la mano que te da de comer”. Ganó 3 Oscars correspondientes a Guión Original, Decoración y Banda Sonora, siendo nominada para Película, Dirección, Actriz, Actor, y Secundario.
Inolvidable y apasionante película sobre el mundo del cine, clásico indispensable, y otra muestra más de lo grande que fue Billy Wilder.
9/10
1 Comments:
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